jueves, 7 de julio de 2011

¡Consiéntase!

Si logra ser su propio amigo, puede ser amigo de todo el mundo. Así las cosas, ¿qué tan ‘parcero’ es de usted mismo?

Le corresponde consentirse para llevar una vida sana. Darse un gusto de vez en cuando, caminar, comerse un helado, respirar aire puro, disfrutar de una buena película, compartir con los amigos, sonreír; mejor dicho, salir de la rutina es un buen bálsamo.

Los sicólogos sostienen que los estados de ansiedad, la misma depresión e incluso el deterioro de las relaciones conyugales son más frecuentes en aquellos que no crean un espacio para consentirse.
Con frecuencia ocurre que, con tal de agradar a todo el mundo, invierte más en los demás que en usted mismo.Es decir, vela por sus hijos, hace muy bien su trabajo, vive pendiente de su familia, se preocupa por la suerte de sus amigos; pero pocas veces se detiene a pensar cómo estar pendiente de su propia vida.
Ojo, no estamos dando una fórmula para volverse egoísta. De eso no se trata este mensaje.
Pretendemos que usted mismo sea su amigo; es como encontrar el remedio para los contratiempos de su existencia con alguien que lo apoye. Y para eso ¿quién mejor que usted?

Le proponemos una tarea: elabore una lista de tres cosas con las que le gustaría consentirse este fin de semana. Un recomendación: sueñe con cosas posibles. Si quiere hacer el ejercicio bien, tome un lápiz y escriba sus anhelos en estas líneas:
1_________________________________________
2_________________________________________
3_________________________________________
¿Ya hizo la tarea?

Parece un ejercicio simple, pero tiene mucho sentido.
¿Por qué? Porque el solo cumplir estas tres cosas sencillas le puede cambiar el semblaente. Y eso ya es un avance.
Si se ‘mima’ en las cosas básicas comprobará, sólo unos días después, que podrá sentirse mejor con su familia, con su trabajo y con su entorno.
Comprenda que cuidarse o consentirse son actividades sanas para su estado de ánimo. Descubra que todavía hay tiempo para pensar en usted.
Si lo hace, cada día observará en su espejo a una persona de su absoluta confianza y, lo que es más importante, siempre verá a alguien dinámico.
Sea un optimista tenaz para que vea el día de hoy como una oportunidad más y para que disfrute la vida con espíritu alegre. Decida ser feliz para alcanzar el éxito que se merece.

Ser amigo de nosotros mismos es la forma precisa de darnos algo; es como tener en nuestra propia casa la medicina para tantos males que nos agobian.

Imágenes positivas

Si tuvo éxito, apóyese en la imagen de ese logro para proyectarse hacia nuevos triunfos. Disfrute, de una manera serena, de los buenos resultados de su vida.
Esa es una buena estrategia para grabar y reforzar en su mente esa imagen positiva de usted.

¿Trabaja en ventas?
Recuerde ese negocio que logró y que le trajo tantos dividendos. Vuelva a pintar una sonrisa en su rosto por aquella venta. Un buen recuerdo puede llegar a ser un buen alimento para su ánimo.
Repita una y otra vez, con convicción: “Logré lo que soñaba!
Algo mejor, usted puede realizar mucho más de lo que ha llevado a cabo.
Gracias a su fe, su perseverancia, su compromiso y su responsabilidad, seguirá triunfando.
Sus pensamientos de felicidad son factores positivos de su bienestar; además, la alegría que irradie beneficiará a su espíritu.

Viva alegre para que estimule su optimismo y para que afirme su entusiasmo de vivir, convivir y superarse.
Sienta la alegría agradecida de gozar de su vida y de sus dones.
La sana alegría atrae salud, la salud es equilibrio interno y el equilibrio conlleva a la prosperidad.
También cuide de su salud física y mental y, sobre todo, su vida espiritual. Sea buena gente y no pelee con gente que ni siquiera merece su enojo.

¡Sea un tanto equilibrado!

Quien lea hoy esta página, a lo mejor, podrá pensar que estamos invitando a la gente a ser ególatra.
¡Pero no hay tal!

Consentirse a uno mismo implica ser equilibrado. Además de cuidarse, es indispensable procurar ser feliz “con” y “entre” la gente; no “a pesar” de ella.
Por eso, procure estimular su alegría en los demás. Comparta con los más necesitados, comuníquese cariñosamente con quienes le rodean.
Muchas personas tienen vidas desiertas de amor y, usted, puede ser un oasis para ellas.
Ser optimista es ser realista soñando lo mejor, mientras hace todo lo posible por hacer realidad lo que sueña.
Siembre semillas de convivencia y propicie la armonía interpersonal, procurando la conciliación entre quienes haya desentendimientos y ante todo con quienes tenga marcadas diferencias o enemistades.

La felicidad es un estado espiritual en el que goza de la alegría de ser y de vivir.
Usted es feliz cuando percibe que va alcanzando el alto ideal de ser más como persona; cuando ve cumplidos sus anhelos de experimentar la abundancia de los bienes internos; y cuando ve coronados sus sueños de contribuir a la felicidad y al mejoramiento de otras personas.
Concéntre sus energías para que haga frente al desafío de cada momento.

Víva el presente a plenitud, amándose y, de manera paralela, ayudando a los demás.

http://www.vanguardia.com/vida-y-estilo/espiritualidad/111731-consientase